Recomendaciones en el aseo en una persona con Alzheimer o demencia:
- Mantenga los hábitos anteriores a la aparición de la enfermedad.
- Facilite la acción de bañarse: coloque sus productos de higiene siempre en el mismo lugar y fácilmente identificables.
- Déjelo que lo haga mientras pueda hacerlo sin ayuda, poco a poco usted se dará cuenta de cuándo necesitará mayor supervisión o ayuda.
- Elimine del baño aquellos elementos que puedan ser motivo de tropiezos o accidentes.
- El aseo no puede realizarse con prisas o agobios. La persona enferma necesita su tiempo para realizarla y así poder mantener su autonomía. No le plantee el aseo como un castigo.
- Si necesita que usted le acompañe o le supervise, déle instrucciones simples y siempre de una en una.
- Cuando le dé la indicación de lo que tiene que hacer, puede que dude y toque varias cosas de coger la que se le pide, déjele su tiempo hasta que lo encuentre y si es necesario déle pistas .
- Respete su intimidad en el proceso, pero tenga en cuenta que no es conveniente que se encierre en el baño Apártese con prudencia, pero quédese en el baño o en su defecto con la puerta entreabierta.
- Puede que haga comentarios como «no soy un niño para que te quedes vigilando» o «mira como estoy ya, para que te tengas que quedar aquí», quítele importancia, no se enfade, cambie la conversación y coméntele algo de su interés.
- Si se niega a bañarse, no insista acaloradamente, no discuta, no fuerce la situación, lo único que usted conseguirá es que se enfade y se Inténtelo más tarde y si persiste en su actitud, llegue a un acuerdo para realizar un aseo más sencillo.
- Tenga especial cuidado en el aseo, secado e hidratación de la piel.
