Vestirse es una tarea compleja que implica la participación de varias habilidades conjuntamente: elegir las prendas, ponérselas correctamente y en el orden correcto, etc. Al mismo tiempo entra en juego la habilidad manual, el equilibrio, etc., así como el reconocimiento visual y otras capacidades mental esq ue se van alterando a lo largo de la enfermedad.
Las alteraciones en este proceso suelen comenzar con la dificultad en la elección de la ropa adecuada al tiempo que hace, la combinación de las prendas entre sí, no recordar cuándo se cambió la ropa o ponerse la misma ropa varios días seguidos.
Recomendaciones para el vestido
– Mantenga los gustos y preferencias que siempre ha tenido, no le ponga ropa que sabe que nunca le gustó.
– Organice el armario de forma que tenga sólo la ropa de temporada y de manera que le resulte fácil encontrar las prendas (todas las camisas o blusas en el mismo lado, los pantalones juntos, etc.). Es frecuente que la persona con demencia desordene el armario o lo vacíe, e incluso más de una vez al día, tenga paciencia y vuélvalo a colocar, pero no esconda la llave o le prohíba el acceso a no ser que sea estrictamente necesario, ya que con ello usted está vulnerando su intimidad y autonomía; para todas las personas «su armario» representa una porción de privacidad y propiedad, en el armario están sus objetos personales, sólo de su uso y que no comparte con nadie más.
– Déjele elegir lo que se va a poner y, en todo caso, déle opciones para elegir pero no más de dos opciones ya que entonces lo tendrá igualmente complicado.