Vagabundeos: en ocasiones el mayor con Alzheimer permanece andando durante mucho tiempo sin rumbo fijo y sin motivo aparente. Este tipo de conducta suele ser un problema cuando se produce en lugares inadecuados un existe un riesgo de caída o de fuga.
Posibles causas:
Necesidad de realizar una actividad física, expresión de una sensación de malestar, dolor, hambre, sed,…, necesidad de acudir al aseo, por desorientación: el enfermo no recuerda donde se encuentra, se siente confuso, es la búsqueda interminable de “algo”.
Recomendaciones:
– Facilitarles un ejercicio físico regular controlado. Puede acompañar a su familiar a dar paseos al aire libre ó incluso realizar una sencilla tabla de gimnasia.
– Mantener una rutina diaria, es primordial que realicen todos los días las mismas actividades, a la misma hora y en los mismos lugares. Esto les proporcionará seguridad.
– Acondicionar el entorno sin barreras arquitectónicas creando un entorno seguro.
– Utilice señales de orientación (con letras ó dibujos en las diferentes habitaciones de la casa).
– Proteger el hogar con cerraduras y sistemas de seguridad.
– Utilizar pulseras de identificación, por si llegara a perderse.
– No prestar atención a las caminatas, reforzar actividades alternativas.
– Haga saber a sus vecinos y personas que trabajan cerca de su casa que la persona que padece la enfermedad de Alzheimer es muy posible que se pierda por el barrio. Pídales que si le ven, le retengan y le llamen.