Recomendaciones cuando se producen interpretaciones erróneas:
-Si no repercuten en la vida de la persona ni le crean ansiedad o agitación, no debe darle mayor importancia aunque habrá que vigilar su evolución y siempre descartar que se debe a un déficit sensorial.
-Si afectan a la vida de la persona causando conductas anómalas, generándole ansiedad, agitación o miedo, intente tranquilizarlo con gestos y tono afable al mismo tiempo que se le explica lo que está sucediendo (para aclararle su interpretación errónea), este suele ser un método eficaz para controlar la situación. Recuerde que es importante no discutir ni recriminar (“otra vez con lo mismo”, “ya te dije que no hay nadie ahí”) con ello sólo conseguirá que se enfade o se entristezca por el error cometido y por no poder recordarlo.
-No se le debe seguir la corriente, al darle la razón lo que se conseguirá es reforzar su aparición y el mantenimiento de la misma.
-Si usted sabe que no escucha bien, hay que procurar hablar en tono de voz que pueda oír claramente y repetir la información tantas veces como sea necesario.
-Procure tener la casa bien iluminada para que pueda ver bien y evitar las falsas percepciones.
-Descarte que sea un delirio o una alucinación.
-Consulte con su médico cualquier exacerbación de los síntomas que provoquen en la persona enferma angustia o ansiedad.