Rechazo al cuidador. Parte 1

Rechazo al cuidador:

En un momento dado de la evolución de la enfermedad el enfermo puede requerir de cuidados continuados y supervisión en el seno del domicilio, en estos casos el enfermo puede aceptar la ayuda o reaccionar negativamente con quejas, insultos, agresividad y agitación.

 

Si el cuidador no sabe cómo comunicarse con la persona enferma, desconoce su enfermedad y no sabe manejar situaciones de conflicto, las quejas e insultos serán frecuentes y suponen para el cuidador una gran carga emocional.

 

Cuando este cuidador es una persona ajena a la familia y a la que expresamente se ha contratado para cuidarle, puede haber un rechazo aún mayor, al suponer su presencia la evidencia de que ha perdido su independencia.

 

La conciencia de esta pérdida puede provocar reacciones de desadaptación. Si el enfermo reacciona negativamente se crea un conflicto, ya que por un lado no se le puede dejar solo, y por otro no acepta que una persona vaya, por ejemplo, a prepararle la comida o ayudarle en el aseo.