Reacciones catastróficas:
Este tipo de reacciones son muy frecuentes en las personas con demencia y no son más que reacciones desproporcionadas (enfado, agitación, angustia o violencia) en relación con la causa que las provoca. Pueden ser originadas por un delirio o una alucinación, o por problemas visuales o auditivos que nos han pasado desapercibidos, porque algo le duele y no sabe decirlo o indicarlo, e incluso pueden ser el síntoma de una infección (por ejemplo infección de orina).
En ocasiones, estas reacciones se producen cuando la persona no puede comprender lo que le dicen, lo que está sucediendo o cuando lo distorsiona como consecuencia de su enfermedad; también pueden suceder como reacción de que algo le molesta (ruidos, personas no conocidas, situaciones nuevas o extrañas para él, etc.) o cuando se le pide que haga algo que ya no puede hacer, y cuando siente que algo le está pasando pero no sabe qué es, etc.
Este tipo de reacciones suelen crear situaciones y momentos difíciles para el cuidador, y es importante tener en cuenta que la persona enferma no puede controlar este tipo de reacciones y son parte de su enfermedad.